La oficina en Guatemala del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) denunció el pasado 2 de abril que la desnutrición crónica que padecen los niños guatemaltecos ha llegado a niveles descomunales al alcanzar el 49,3% de la población infantil del país, la mayor tasa de desnutrición infantil del continente, y el sexto lugar de desnutrición crónica en el mundo.
Manuel Manrique, representante de Unicef en Guatemala, dijo que el descomunal crecimiento de la desnutrición crónica ubica al país en el nivel más alto de América Latina, superando en más de 19 puntos el promedio mundial, que es del 30%. Manrique agregó que estas cifras colocan a Guatemala en una situación peor que la de Haití, Bolivia o Perú en estos indicadores.
En el caso de la población indígena, precisó a los medios Manrique, la situación es más complicada debido a que los niveles de desnutrición crónica son del 70%, el doble de los niños no indígenas, cuya cifra se sitúa en el 35,7%; y hay algunos municipios de población indígena, como en San Pablo la Laguna, donde la incidencia de la desnutrición crónica es del 82%
Las cifras sobre la situación de la niñez guatemalteca están contenidas en un compendio estadístico denominado "La niñez guatemalteca en cifras", elaborado por la oficina de la Unicef, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que fue presentado el 2 de abril.
Este documento, indicó la coordinadora del Informe Nacional de Desarrollo Humano, Karin Slowing, describe la situación de la niñez y la adolescencia desde las áreas demográficas, de nutrición, salud, educación, poblaciones con vulnerabilidad, pobreza, agua y saneamiento, e institucionalidad para la infancia.
Slowing precisó que las cifras dan un panorama general sobre la crítica situación que vive la niñez guatemalteca, que en los últimos 10 años, excepto en materia de educación en donde han habido avances importantes, aún hay retos importantes.
Según esas estadísticas, el 50% de los 13,3 millones de guatemaltecos son niños y adolescentes de cero a 17 años de edad, el 63,9 por ciento vive en condiciones de pobreza, y el 19,2 en pobreza extrema, siendo los indígenas (el 82,4 por ciento) los más afectados.
El objetivo de este compendio estadístico, señaló Manrique, es que estas cifras puedan tener un impacto positivo en la definición de políticas públicas orientadas al incremento de cobertura al mejoramiento de los servicios sociales.
Según el funcionario de la ONU, a pesar de los esfuerzos que realiza el actual Gobierno para luchar con éstas y otras situaciones, el país ha perdido mucho tiempo y se encuentra muy lejos del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, referentes a la reducción a la mitad del hambre y la pobreza extrema para 2015, así como a la educación para todos.
Y en todo este ir y venir, no esta demás mencionar que el auge de las adopciones ha sido tanto que Guatemala se convirtió el tercer mayor exportador de niños guatemaltecos hacia los EE.UU. ¿Coincidencia? Vean las cifras de arriba. La realidad para un niño en Guatemala es infernal.